¿Qué es una reclamación extrajudicial y cuándo conviene utilizarla?

En muchas ocasiones, cuando surge un conflicto legal, lo primero que pensamos es en acudir directamente a juicio. Sin embargo, existe una vía previa, menos costosa, más ágil y, en muchos casos, más efectiva: la reclamación extrajudicial.

Una reclamación extrajudicial es un requerimiento formal que se hace a la otra parte (ya sea una persona, empresa o institución), con el objetivo de solucionar un conflicto sin necesidad de acudir a los tribunales. Puede realizarse mediante burofax, carta con acuse de recibo, correo electrónico certificado o cualquier otro medio que permita dejar constancia de su contenido y recepción.

Este tipo de reclamaciones son habituales en casos como impagos, incumplimientos contractuales, disputas entre arrendadores e inquilinos, conflictos familiares o incluso en herencias. La gran ventaja es que permite iniciar una negociación o advertir de las consecuencias legales sin necesidad de embarcarse, de inicio, en un proceso judicial.

Como abogada, recomiendo siempre valorar esta opción antes de acudir a juicio. No solo puede evitar costes innecesarios, sino que muchas veces genera una reacción positiva y permite cerrar el conflicto de forma rápida, sin tensiones añadidas.

Eso sí, para que tenga validez y fuerza legal, es muy importante que esté bien redactada y fundamentada. Una reclamación mal planteada puede ser ignorada o incluso perjudicar tu posición si el caso llega a juicio.

Si estás ante una situación así y no sabes cómo actuar, consulta con un profesional. A veces, una buena reclamación extrajudicial puede ser el paso que marque la diferencia.

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